Punta Cana | ||||
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Paraísos de la República DominicanaPunta Cana, Isla Saona y el Parque Nacional de los Haitises son tres paraísos de República Dominicana. Sol, playa y naturaleza virgen.Para la sabiduría popular Caribe es sinónimo de extensas playas de arena fina y blanca con palmeras, bañadas por un mar de aguas limpias y cálidas de color turquesa. Caribe también es el clima de temperaturas tropicales y sol radiante que broncea el cuerpo mientras tomas un mojito. Caribe son los fibrosos y sensuales cuerpos mulatos y negros que se mueven al ritmo de merengue y bachata. Caribe es la naturaleza virgen con corales, manglares, manatíes, tortugas, ballenas, colibris, garzas, y grandes cultivos de cafetales, cañaverales, cacao, papaya, plátanos... en un entorno paradisíaco. Caribe también son los resorts de `todo incluido´ de Punta Cana, que posiblemente son lo más parecido al cielo en la tierra para muchos mortales, y las villas de lujo de La Romana en las que pasan sus días de descanso cantantes famosos como Sakira, Julio Iglesias, Ricky Martin, actores como Antonio Banderas o George Hamilton, diseñadores como Oscar de la Renta o millonarios como el mexicano Carlos Slim. Caribe también es un modo de vivir y entender la vida más pausado y sabrosón. Y mucho más. Punta CanaPunta Cana se extiende a lo largo de más de 50 km de playas de arena blanca y fina entre cocoteros, un mar transparente de color turquesa y una temperatura tropical. Nueve horas de avión separan Madrid del Aeropuerto Internacional de Punta Cana en República Dominicana, en el archipiélago de las Antillas Mayores que conforma junto a Cuba y Puerto Rico. Nueve horas que transportan de los gélidos 0ºC de Madrid a finales de noviembre a los 28ºC de Punta Cana. Un viaje en el tiempo: al buen tiempo. La estrechez de los asientos del avión -las compañías aéreas están más preocupadas por transportar el mayor número de pasajeros por vuelo que de ofrecer un viaje confortable- se ve recompensada por el clima en la cercanía del trópico de Cáncer. Tras aterrizar en la República Dominicana, relaja ver la estructura de la terminal del aeropuerto simulando un tradicional bohío -cabaña circular de madera con tejado de palmeras. !Bienvenido al Paraíso¡ Los problemas y las preocupaciones cotidianas son cosa del pasado, por lo menos hasta la vuelta. Veinte minutos más tarde el transfer por carretera nos deja en el Barceló Bávaro Beach, un cinco estrellas de 589 habitaciones con concepto `Solo Adultos´, que forma parte del Barcelo Bávaro Beach Resort, un espectacular complejo vacacional con dos hoteles, campo de golf, spa, instalaciones deportivas y un centro de convenciones, donde sólo tienes que pensar en relajarte y disfrutar las 24 horas del día. La estancia está sujeta a `Todo Incluido´ en Club Premium. En Punta Cana existen numerosos resorts pertenecientes a compañías españolas (Barceló, Meliá, Iberostar, Riu, Catalonia, Bahía Príncipe, Palladium, Be Live Grand Punta Cana...) e internacionales (The Ritz Carlton, The Trump, Sotogrande, Luxury...) que ofrecen buenas prestaciones desde 700 € la semana hasta otras de 3.000 € diarios. Elige la que más se ajuste a tus deseos y presupuesto. Relájate, disfruta y recuerda que sólo se vive una vez. Punta Cana se encuentra en la provincia de La Altagracia, en el noreste de la República Dominicana, país que ocupa dos tercios de la isla de La Española (el otro tercio pertenece a Haití). Punta Cana debe su nombre a un cabo en el que hay más de 50 km de espléndidas playas (Playa de Arena Gorda, Ubero Alto, Macao, El Cortecito, Cabeza de Toro, Cabo Engaño, Punta Cana y Juanillo) entre las que destaca Playa Bávaro, considerada un tesoro nacional por su flora, fauna y riqueza turística, y una de las 10 mejores playas del mundo. Punta Cana -se llama cana a la hoja de las palmeras de los cocoteros con las que tradicionalmente se cubren los techos de las cabañas circulares de madera- la componen tres zonas: Punta Cana (la parte pionera en los hoteles `todo incluido´, creada en los años 90 del siglo XX, caracterizada por la típica pulsera en la muñeca), Bávaro (situada en Pueblo Bávaro, más al norte con mejor playa y resorts de 5 estrellas de lujo) y Cap Cana, la zona más exclusiva y elitista, de más reciente creación, con resorts y villas donde van millonarios y celebrities que huyen de las masas y las pulseras del todo incluido. Las tres zonas turísticas ofrecen confortables hoteles con tiendas y boutiques para los amantes del shopping y en los aledaños se han creado numerosas atracciones turísticas, como el Manatí Park en Bávaro, un parque acuático con manatíes y delfines, centros comerciales, discotecas, restaurantes... Al sol y al son del Caribe en Playa BávaroLa estancia en un resort de Playa Bávaro es como una visita al edén donde todo está incluido: desayuno, comida, cena, playa y mojito, clases de baile de merengue y bachata, piscina y daiquiri, discoteca y ron, servicio de habitaciones, campo de golf, spa, deportes náuticos... Pide y tus deseos serán concedidos. Dependiendo de la categoría y el precio del resort dispondrás de más o menos servicios exclusivos. La tarjeta Visa abre las puertas del cielo. GastronomíaLa buena vida no es buena sin una buena comida. La calidad de los platos ofrecidos en los resorts y hoteles de Punta Cana varía de unos a otros y según los restaurantes. El Barceló Bávaro Beach Resort sorprende de forma grata, teniendo en cuenta que debe satisfacer los gustos culinarios de centenares de huéspedes procedentes de diferentes partes del planeta. En su Programa Barceló Todo Incluido ofrece 9 opciones de restaurantes a la carta: Chez Gourmet (internacional), La Brisa (mediterráneo), El Coral (mariscos y pescados), Santa Fe (carnes), La Dolce Vita (italiano), México Lindo (mexicano), La Fuente (español), Kyoto (japonés) y La Comedie, así como el Buffet Caribe, que ofrecen un buen, aunque desigual nivel gastronómico. Destacan La Brisa (por sus pescados a la plancha), La Fuente (cocina española) y la Comedie (cocina francesa). Si deseas aventurarte fuera del hotel, pide una langosta en el Pulpo Cojo, en la playa de El Cortecito de Playa Bávaro. Pero para degustar la verdadera cocina dominicana hay que traspasar los muros de estos complejos hoteleros y pisar la calle. La gastronomía dominicana mezcla la cocina española, taína y africana. El desayuno suele consistir en tomar mangú (puré de plátano verde hervido) y huevos que puede ir acompañado de carne frita o queso. El plato fuerte se realiza a mediodía y los ingredientes básicos son el arroz, la carne (sobre todo pollo, aunque también de res o cerdo), los frijoles y ensalada de lechuga y tomate. Otro plato típico dominicano es el sancochoco, muy similar al cocido madrileño aunque con más variedades de carne y verduras. También son muy populares productos como la yuca, la batata dulce y por supuesto una gran variedad de frutas tropicales. Los reyes de los postres son el arroz con leche, dulce de leche, flanes y Frio frío (granizados de sirope de fresa, limón... Tras un buen café dominicano el cuerpo pide una copa de Mamajuana, licor realizado con hierbas y ron que, aparte de delicioso, es afrodisíaco gracias a la hierba Petiveria Alliacea. Para rematar, una siestecita, sana costumbre heredada de nosotros, los españoles, como el idioma. No todo fue gripe y sífilis. Isla SaonaIsla Saona es una visita imprescindible. Situada al sur de Punta Cana, forma parte del Parque Nacional del Este y posee bellísimas playas, arrecifes de coral y una gran diversidad de flora y fauna a lo largo y ancho de sus 110 km2. Entre su costa, manglares, bosques semi húmedos y matorrales se encuentran diferentes especies de tortugas marinas, delfines, manatíes, moluscos, zancudas, cotorras, iguanas, murciélagos pescadores, así como especies vegetales autóctonas que habitan un entorno natural que se conserva prácticamente tal y como lo pisara Cristóbal Colón en su segundo viaje allá por 1494. Una maravillosa reserva ecológica.
Desde Punta Cana realizan excursiones (100$) que conducen por carretera hasta Bayahibe (1 hora), un pequeño pueblo de pescadores que ha crecido con el turismo y que cuenta con pequeños hoteles, escuelas de buceo y es punto de partida de las embarcaciones que llevan a Isla Saona. Un catamarán, con mojitos y merengue conduce navegando una hora por un mar turquesa que baña playas de ensueño. Una vez en Isla Saona, donde cada hotel reserva un espacio de playa con cabañas de madera, se disfruta de una maravilloso baño en una de las playas más bellas que he contemplado en mi vida, entre estrellas de mar, mientras preparaban una langosta a la barbacoa que acompañé con arroz, frijoles y una cerveza Presidente, marca dominicana. Inolvidable. Parque Nacional Los HaitisesTras dos nuevos días de relax en el hotel, visito otra de las grandes bellezas naturales de República Dominicana: el Parque Nacional Los Haitises. El parque se encuentra en el noroeste del país en el municipio de Sabana de la Mar y forma parte de la maravillosa Bahía de Samaná. Esta gran reserva natural de 3600 km2, de la que sólo puede ser visitada una pequeña parte, atesora bosques de manglares, playas solitarias, abundante y diversa flora y fauna endémica, bellísimas formaciones rocosas con islotes de hasta 40 metros de altitud, cuevas con dibujos taínos, escondites de piratas... Haitises significa `tierras altas´ en lengua taína y hacia allí me dirijo en un viaje (150$) de cinco horas desde Punta Cana. El microbús viaja de madrugada en dirección noroeste camino de Higüey, la ciudad más importante de esta región, donde realiza una breve parada para tomar un rico café dominicano, paseamos por sus calles y visitamos la Basílica de Nuestra Señora de la Altagracia, centro católico de la región. De nuevo en la carretera atravesamos pequeñas poblaciones como El Seibo y Hato Mayor, justo cuando sus habitantes se desperezan para acudir al trabajo, cruzándonos con los típicos autobuses amarillos escolares americanos que aquí llevan a los trabajadores a sus empleos en los resort turísticos. La carretera asciende suavemente y a ambos lados se suceden casas, colmados, pequeños talleres de repuestos, vendedores de frutas, batatas y grandes plantaciones de caña de azúcar. Más adelante la carretera se estrecha y se transforma en una pista de tierra, estamos en la Cordillera Orientalcon bellísimos paisajes de plataneros, palmeras y plantaciones de café. Nos detenemos en una pequeña aldea de la sierra con apenas cuatro casas de madera rodeadas por un auténtico vergel: árboles de cacao, café, yuca, papaya, mango, lima, piña, flores de pascua... la exuberante y exultante vegetación tropical maravilla y sólo es un pequeño aperitivo de lo que un par de horas más tarde contemplaré en el Parque Nacional de los Haitises. Las 5 horas de viaje transcurren rápidamente por la belleza y el costumbrismo de los lugares y paisajes. Llegamos al pueblo de Sabana de la Mar desde donde un camino rural conduce al cercano Parque Nacional de Los Haitises. Allí embarcamos en un catamarán que navega por estrechos canales entre bellísimos manglares con cientos de especies de aves, peces, reptiles... Luego dejamos los bosques de manglares y el paisaje se abre a la bahía de San Lorenzo con vistas fantásticas del parque y de las montañas de Samaná a lo lejos. El catamarán atraca en un pequeño e idílico muelle donde se encuentra la Cueva de la Arena, utilizada durante mil años por los indios taínos. A la entrada aparecen esculpidos en la roca varios petroglifos indígenas que dan paso a espectaculares cavernas con vistas a la bahía que también fueron habitadas por piratas. Tras volver al catamarán visitamos una nueva cueva, la de La Línea, con entrada desde los manglares y en la que existen pinturas taínas sobre la piedra. Junto a ellas las termitas trazan sus caminos negros.
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