Santiago de Chile | ||||
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Con sabor colonial y modernaLa capital chilena se asienta en un llano al abrigo de los Andes y de la Cordillera de la Costa y es una de las más tranquilas y seguras de AméricaSantiago de Chile fue escala de un viaje maravilloso que realicé a Patagonia y a Cabo de Hornos. Una travesía en avión del océano Atlántico de trece horas hasta el Hemisferio Sur merece ser aprovechada con la visita a otros magníficos destinos chilenos como Valparaíso, Isla Negra, Isla de Pascua o Patagonia. La aproximación desde el aire a Santiago es bellísima: sobrevuelas la Cordillera de los Andes con picos de 5000 y 6000 metros por los que descienden enormes glaciares, lagos y montañas virginales que sólo vuelan el Cóndor y este pájaro metálico capaz de ofrecer paisajes naturales imposibles de ver por su enormidad en Europa. El avión cruza la cordillera y se contempla abajo, en una vasta llanura, la ciudad de Santiago, como un Sangri-lá protegido del interior por las nevadas cumbres andinas. Mi pensamiento viaja hasta 1541 cuando el español Pedro de Valdivia fundó la ciudad. Si en estos tiempos de imágenes e internet aún sobrecoge la belleza natural de sus alrededores, la visión debió maravillar hace cinco siglos a aquellos conquistadores habituados a los paisajes castellanos y extremeños. El perímetro de la ciudad sorprende menos, ya que es semejante a una ciudad europea moderna de 6 millones de habitantes. Tres días para descubrir los principales atractivos de esta ciudad de edificaciones coloniales en su parte antigua de los barrios Centro y Bellavista, y grandes avenidas como O´Higgins, Providencia y Apoquindo junto a rascacielos en los barrios residenciales modernos como Providencia o Las Condes. En su área céntrica se ubican los edificios antiguos, las sedes de las instituciones más importantes, los museos y monumentos destacados de la ciudad y del país. Paseo por la ciudadDesde la Avenida de Vitacura, en la zona residencial moderna de Las Condes en el noreste, donde se encuentra el hotel, paseo en busca del centro histórico, sin prisa, rodeado por un sentimiento de familiaridad: Santiago y sus habitantes guardan una gran herencia hispana que se respira a cada paso. La distancia es larga pero es una mañana soleada de marzo (final de verano en Chile) que invita a caminar. No obstante, la ciudad cuenta con un buen servicio de taxis las 24 h. del día, así como una amplia red de autobuses urbanos en los que se paga en el cobrador automático de cada bus mediante la tarjeta Bip que se adquiere en diferentes lugares. También posee una red de Metro de 5 líneas cuyo horario de funcionamiento es de lunes a viernes de 06:00 a 23:00 h, los Sábados de 06:30 a 22:30 h. y los festivos de 08:00 a 22:30 h (www.metrosantiago.cl). La moneda oficial es el peso (1000 pesos equivalen a 1,15 € aprox.). Tras recorrer los rascacielos y grandes centros comerciales del moderno Barrio de Las Condes y de la Avenida Providencia, llego al corazón de la ciudad, la animada y céntrica Plaza de Armas, rodeada por edificios coloniales y neoclásicos Aquí estuvo la antigua Plaza Mayor hasta que el lugar fue fortificado. Fue escenario de encuentros de la vida social, corridas de toros, procesiones, ejecuciones... y hoy es un amplio lugar de paseo lleno de puestos ambulantes de vendedores de artesanía, mercadillo de ropa, pintores y retratistas callejeros. Aquí se encuentra también el bello monumento A la libertad de América (una estatua de mármol blanco junto a una fuente) y un antiguo kiosko de música cubierto por un techo de cobre. Todo ello rodeado por enormes árboles de la región: palmeras chilenas, cedros, araucarias, ceibos... En los alrededores de la Plaza de Armas se establecen los edificios más relevantes de la ciudad: el Cabildo, la Casa de los Gobernadores, la Real Audiencia y la Iglesia Mayor. La Catedral de Santiago fue construida en la misma Plaza de Armas en 1748. El actual edificio es el cuarto edificado, ya que los tres anteriores fueron destruidos por terremotos. Consta de tres naves, dos torres y la fachada e interiores son de estilo toscano-romano. Destacan el altar mayor, en mármol blanco con aplicaciones de bronce y lapislázuli, el órgano y los asientos de caoba del altar. También en la Plaza de Armas está la oficina central de Correos, un edificio de 1882 construido en el lugar donde estuvo la primera casa de la ciudad que perteneció al conquistador Pedro de Valdivia. Tomo la calle Merced y luego Morande camino de otro lugar emblemático: el Palacio de la Moneda. Por el camino observo dos edificios públicos de estilo neoclásico, el antiguo Congreso Nacional y los Tribunales de Justicia hasta llegar a la Plaza de la Constitución, frente a la cual se encuentra una de las fachadas del Palacio de la Moneda. En la Plaza de la Constitución hay un monumento a Salvador Allende, el presidente democrático derrocado por Augusto Pinochet tras el golpe militar de 1973 que perdió la vida a unos metros de aquí. Al pasear por su estatua me viene a la memoria una canción de Silvio Rodríguez, Yo pisaré las calles nuevamente... que cantaba a un Chile libre y democrático como el de hoy. Palacio de la MonedaEl Palacio de la Moneda alberga la presidencia del Gobierno de Chile. Construido en 1805 en estilo neoclásico por el arquitecto italiano Joaquín Toesca por encargo de la Corona Española, el edificio fue la casa de la moneda hasta ser sede gubernamental. Está organizado en cuatro patios interiores, con fachada encalada en blanco de muros de ladrillo, cubierta de planchas de cobre y rejería española. Comprende una manzana entre Morandé, Moneda, Teatinos y Avenida Libertador Bernardo O´Higgins. Desde este cerro de 629 metros de altitud se contemplan hermosas vistas de la ciudad, aunque ya no son las mismas que viera en el siglo XIX Benjamín Vicuña, que fue el alcalde que transformó esta enorme roca en un cuidado parque de senderos y fuentes coronadas en la cumbre por la Torre Mirador. Mercado CentralSituado en Ismael Valdés Vergara, entre calle 21 de Mayo y Paseo Puente (Metro Cal y Canto), la construcción del Mercado Central estuvo a cargo del arquitecto chileno Fermín Vivaceta. Su estructura de hierro fue prefabricada en Inglaterra y montada en Santiago en 1872. Es uno de los lugares más típicos, y turísticos, para degustar la gastronomía típica chilena, especialmente el pescado y el marisco. Tras visitar los frescos puestos de pescado procedentes de las aguas del Océano Pacífico visito la parte central donde están los restaurantes que ofrecen los mejores productos del mar. Elijo uno de los más populares del Mercado, el Restaurant Donde Augusto (Mercado Central, local 166. Teléfono: +56 2 698 13 66. /www.dondeaugusto.cl) especializado en pescados y mariscos, donde nos recibe su propietario, Augusto, un asturiano emigrado a Chile hace décadas que ha hecho fortuna allende los mares. Su menú: locos, erizos, almejas, machas, picorocos, langosta, jaibas, centolla, congrio, ostras, salmón, lenguados... Además de carnes a la brasa, parrilladas tradicionales, etc. Productos frescos a buen precio (20-25 euros por persona). BellavistaEl barrio de Bellavista es quizá el más bello y animado de Santiago por sus casas coloniales, calles empedradas y pubs, restaurantes y discotecas. La marcha nocturna de la ciudad. El Patio de Bellavista (Pio Nono, 71. www.patiobellavista.cl) es un gran centro comercial con tiendas, cafeterías y bares de estilo moderno, mientras que por calles como Constitución o Loreto encontrarás locales clásicos como el Bar Constitución o El Toro. Lugares de copas y también para picar. Otro buen destino para cenar es Galindo Bar (Dardignac, Tel. +56 2 7770116. http://www.galindo.cl/) especializado en comida chilena (pastel de choclos, salmón con puré, Chorrillanas -cama de papas fritas, sobre ellas carne huevo cebolla-. El barrio es tranquilo pero conviene tener cuidado con los amigos de lo ajeno por la noche y trata de no perderte por sus calles. En Bellavista Pablo Neruda construyó su casa La Chascona (Marqués de la Plata, 192. www.fundacionneruda.org) para encontrarse con su amante Matilde Urrutia, que puedes visitar para ver las colecciones de conchas, vidrios y muebles del genial poeta. Si visitas el barrio de día, desde el cercano cerro de San Cristóbal, también llamado Parque Metropolitano, entrada por Pio Nono, 450, existe un funicular que sube hasta la cima donde disfrutarás de bellas vistas de la ciudad.
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