Cáceres | ||||
|
Conócela en 48 horasCiudad Patrimonio de la Humanidad por la riqueza monumental del centro histórico y su excelente estado de conservaciónMás de dos mil años contemplan las murallas de Cáceres. Por ellas han paseado romanos, árabes, judíos y cristianos configurando un centro histórico en el que aún perviven magníficas plazas, palacios, casas señoriales, iglesias, torres, aljibes, arcos y calles empedradas que nos transportan a un pasado de esplendor. Una riqueza monumental que se conserva en excelente estado y que llevó a la UNESCO en 1986 a declarar la Ciudad Vieja comoCiudad Patrimonio de la Humanidad. Centro HistóricoEl centro histórico es uno de los conjuntos urbanos de la Edad Media y del Renacimiento más completos del mundo, destacan monumentos como la Concatedral de Santa María, el Palacio de las Veletas (Museo Provincial de Cáceres), los palacios de los Golfines (de Arriba y Abajo), la Casa del Sol, Palacio de Toledo-Moctzuma, la Torre de Bujaco o el Arco de la Estrella y espacios como la Plaza Mayor, la Plaza de Santa María, Plaza de San Jorge y Plaza de San Mateo. Hotel Restaurante Atrio
Para mi estancia en Cáceres elijo el Hotel Atrio, asociado a la prestigiosa Relais & Chateaux que acoge a hoteles con encanto o a restaurantes excepcionales, cualidades ambas que reúne este cinco estrellas que se encuentra en la Plaza de San Mateo, el punto más alto del centro histórico de la ciudad. Diseño, confort y exclusividad en un enclave perfecto para descubrir Cáceres. Su Restaurante Atrio, al frente del cual se encuentra el chef Toño Pérez, es uno de los grandes atractivos gastronómicos de la ciudad con dos estrellas Michelin. Cocina de autor que ha sabido reconducir la gastronomía extremeña hacia la modernidad. Plaza de San Mateo
La ventana de la habitación del Hotel Atrio ofrece una bella panorámica de la Plaza de San Mateo, donde destacan la Iglesia de San Mateo -que da nombre a la plaza- edificada en el siglo XVI con portada de estilo plateresco sobre los restos de la antigua mezquita árabe. Consta de una sola nave y el retablo del altar mayor, de pino sin policromar, al estilo extremeño, se atribuye a Vicente Barbadillo. Una pequeña calle empedrada me separa, a la izquierda, de la Casa de los Saavedra-Torre de Sande (siglo XIV), una de las más antiguas de la ciudad, con elementos góticos y una bella torre, que hoy alberga el Restaurante Torre de Sande (Calle de los Condes, 3. Tel. (+34) 927 211 147. www.torredesande.com) de cocina regional. Prueba sus deliciosas berenjenas fritas rebozadas con miel y el jamón ibérico de bellota.
A continuación visito el Palacio de las Veletas (siglo XV), donde una balaustrada con gárgolas y pináculos de cerámica corona el edificio; en la balaustrada se hallaban las veletas que dieron nombre al edificio. En el interior se encuentra un aljibe hispano-árabe del siglo XI -de 15 m de largo por 10 m de ancho y 16 arcos de herradura- que sigue recogiendo agua de lluvia y es uno de los restos que ha sobrevivido de la antigua alcazaba militar almohade. El Palacio alberga actualmente el Museo de Cáceres, que está unido mediante un jardín a la Casa de los Caballos, donde se encuentra la Sección de Arte Contemporáneo. Plaza de San JorgeDesde la Plaza de San Mateo bajo por la estrecha Cuesta de la Compañía entre edificios que permanecen tal como eran hace cinco siglos en busca de la Plaza de San Jorge. La plaza tiene un perímetro rectangular que conforman la iglesia de San Francisco Javier, la Casa Palacio de los Becerra, tiendas turísticas y la torre del Palacio de los Golfines de Abajo. A la fachada de la Iglesia se accede por unas escaleras donde se encuentra una hornacina con una figura de San Jorge a caballo acabando con el dragón. La escultura del patrón de la ciudad es obra de José Rodríguez. Entre las dos torres de la fachada, pintadas en blanco, se encuentra un arco de medio punto que sirve de puerta. La iglesia se levantó junto al convento de los jesuitas en el siglo XVIII en estilo barroco, diseñada por el arquitecto Pedro Sánchez Lobato, sobre una planta de cruz latina, con capillas laterales y crucero cerrado por una cúpula con linterna. En el interior destaca el retablo mayor, ocupado por un lienzo del siglo XVIII con imágenes de San Francisco Javier. Frente a la iglesia se encuentra el lateral del Palacio de los Golfines de Abajo con su espectacular torre. Un estrecho paso comunica con la Plaza de Santa María. Plaza de Santa María
Tras la incorporación definitiva de Cáceres al Reino de León el 23 de abril de 1229 (Día de San Jorge), se inicia la construcción de numerosos palacios y casas solariegas en torno a la Plaza de Santa María y la Plaza de San Mateo, que alcanzarán su esplendor durante los siglos XV y XVI. En la Plaza de Santa María sobresalen la Iglesia-Concatedral de Santa María -que da nombre a la plaza-, el Palacio de los Golfines de Abajo, el Palacio de Carvajal, el Palacio Episcopal y el Palacio de Mayoralgo.
Junto a la portada del Evangelio se encuentra el Palacio de los Golfines de Abajo, uno de los edificios representativos de Cáceres por su hermosa fachada, torre e historia. Destaca una ventana con el escudo de los Reyes Católicos, quienes se albegaron en el palacio en sus visitas a la ciudad. Fue construido por la rama de los Golfín que se instaló en la ciudad tras su reconquista, diferenciándose dos estilos: la casa-fortaleza del siglo XV y el gusto humanista del siglo XVI. Del primero destaca su torre con dos matacanes laterales y sus arcos rebajados. Del segundo sobresale la crestería plateresca de animales fantásticos que corona toda la fachada, así como las molduras de granito que envuelven puertas y ventanas y los escudos señoriales, de los Golfines y los Álvarez. En su interior destaca el Salón de los Linajes con artesones policromados y una genealogía de la familia. Junto a la Concatedral está situado el Palacio de Carvajal (siglo XV), también conocido como `la casa quemada´ debido a un incendio sufrido en el siglo XIX, que sigue el patrón de los palacios cacereños con balcón esquinado. Los Carvajal llegaron a la ciudad en el siglo XV procedentes de Plasencia. En la actualidad es sede del Patronato de Turismo. Muralla y Plaza Mayor
El Arco de la Estrella está situado en la vieja muralla junto a otro bello monumento de la ciudad, la Torre de Bujaco. Fue construido en el siglo XV para dar paso a los carruajes desde la Plaza Mayor. Posteriormente fue remodelado en 1726 por Manuel de Lara Churriguera, quien derribó la antigua puerta por encargo de Bernardino de Carvajal Moctezuma para darle su forma oblicua actual que permitía el acceso de los carruajes al cercano Palacio de Toledo-Moctezuma en el Adarve -calle estrecha en cuesta- de la Estrella. La Torre de Bujaco es otro emblema de Cáceres y como el Arco de la Estrella se encuentran junto a la muralla protegiendo la entrada a la Ciudad Vieja desde la Plaza Mayor. Es una edificación árabe de planta cuadrada de 25 m de alto por 10 m de lado levantada sobre sillares romanos. En lo más alto está rematada por almenas y dos matacanes laterales y uno frontal. En la cara orientada a la Plaza Mayor se encuentra el pequeño balcón de los Fueros, del siglo XVI. En su interior alberga un centro de interpretación y se puede acceder hasta las almenas -previo pago de 4 euros- desde donde se contemplan espléndidas vistas de la Plaza Mayor, la Ciudad Vieja y la muralla que se recorre hasta la Torre de los Púlpitos (torre almohade del siglo XII). La ermita de la Paz es una pequeña iglesia construida en 1750 adosada a la derecha de la Torre de Bujaco. La fachada la componen tres arcos de medio punto con pilares de piedra cerrados por una bella reja de Juan de Acedo. En el interior se encuentra un retablo con la imagen de la Virgen con el Niño en brazos obra de Pedro Correa, bajo una bóveda con pinturas mudéjares.
Detrás de la ermita de la Paz, dentro del recinto amurallado y a continuación de la parte posterior del Palacio Episcopal, se sitúa otro destacado edificio civil, el Palacio de Toledo-Moctezuma, que se distingue por su bellísima cúpula. Esta construcción medieval del siglo XV fue remodelada a finales del siglo XVI tras la unión en matrimonio de Mariana de Carvajal y Toledo con Juan de Toledo Moctezuma, descendiente de Juan Cano de Saavedra y de Isabel de Moctezuma, hija del emperador azteca Moctezuma II. La remodelación incorporó su característica fachada abierta con galería de ladrillo. En la actualidad alberga el Archivo Histórico Provincial. Barrio Judío y Arco del Cristo
La mañana siguiente visito el otro lado de la muralla, junto al lienzo este y la Ribera del río Marco, donde se encuentran, intramuros, el Barrio Judío y el Arco del Cristo. El Arco del Cristo fue construido en el siglo I como puerta este de la antigua muralla y aún conserva sillares romanos. Lo forman dos grandes arcos de medio punto, en ambas caras de la muralla. En la parte interior, una hornacina acoge un cuadro de Cristo. Adosada a la puerta se conserva la Torre del Río, uno de los torreones defensivos. Extramuros Prosigo el paseo por el norte del recinto amurallado, por la calle Tiendas, hasta la Plaza del Socorro junto a la defensiva Torre del Rey (siglo XII) camino de la Calle Godoy y del barrio e Iglesia de Santiago. En la calle Godoy se encuentra el Palacio de Francisco Godoy, edificio renacentista del siglo XVI mandado construir por Don Francisco de Godoy Aldana, militar que hizo fortuna en América acompañando a Francisco de Pizarro en la conquista del Perú. El palacio alberga hoy la sede de la Consejería de Educación y Juventud de la Junta de Extremadura. Regreso a la Plaza Mayor por la calle Zapatería hasta la Plaza del Duque y el Palacio de los Duques de Abrantes, del siglo XVI. Por el camino me detengo en la Carnicería Antonio Calle donde compro un exquisito jamón ibérico de bellota Estirpe Negra que aún degusto con placer. En las tiendas de Gabriel Mostazo (http://www.mostazo.es/portal/) también encontrarás este y otros excelentes jamones ibéricos, así como productos extremeños como quesos (Torta del Casar...), embutidos, dulces, patés, confituras, aceites, vinos y licores... El jamón ibérico es el oro de Extremadura, pero su riqueza gastronómica es amplia y variada.
Finalizo la visita a la ciudad paseando por el Cáceres moderno de las calles de San Antón, donde se encuentra el Gran Teatro (http://www.granteatrocc.com) construido en 1926 con una bella fachada y uno de los epicentros de la cultura local, y por la perpendicular calle de Donoso Cortés llego al Centro de Artes Visuales Fundación Helga de Alvear.
|